A 250 años de su nacimiento y a 200 de su muerte
Es una de las fechas más importantes del país. Pero este año un decreto presidencial (2/2020) destaca y sugiere que todos los estudiantes recuerden con mayor profundidad quién fue el General Manuel Belgrano, creador de la bandera y prócer de nuestra independencia, en el proceso de la emancipación sudamericana.
Su vocación cívica, su entrega a la vida militar le valió el recuerdo inmortal de todos los argentinos. Sin embargo, él también llamó la atención por el testimonio de su vida cristiana; la formación que recibió desde niño a través de los dominicos, y su devoción a la Virgen en las distintas advocaciones.
Manuel Belgrano era profundamente mariano. Y al crear la insignia nacional, muchas teorías sobrevolaron sobre los colores de la bandera: celeste y blanca como los colores del cielo, o los colores de la dinastía borbónica, o los del manto de la Virgen.
Finalmente, a ella la proclamó Generala del Ejército en la Advocación de Nuestra Señora de la Merced; y puso bajo su amparo la estratégica e impensada victoria para la Independencia en la Batalla de Tucumán. Era septiembre de 1812, y después Belgrano le entregó su bastón de mando, porque creía que, a ella, la Patria debía su salvación.
Por sus proezas militares en el norte, recibió una cuantiosa fortuna que destinó a escuelas públicas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Nada le quedó al final de sus días, cuando enfermo, necesitó del préstamo de un amigo para regresar de Tucumán a Buenos Aires, donde falleció el 20 de junio de 1820, en la misma casa en la que había nacido.
Belgrano y la educación
La historia argentina presenta a Manuel Belgrano como héroe militar y creador de la bandera, sin embargo, este prócer hizo valiosos aportes a la educación y al sentido de lo público. Sobre este tema se puede consultar al autor Rafael Gagliano, pedagogo y docente, quien presenta “Escritos sobre Educación – Selección de textos. Manuel Belgrano”, publicado por la Universidad Pedagógica de la provincia de Buenos Aires (UNIPE).
Para este investigador, Belgrano “es el primer estadista-educador de la sociedad criolla, anterior y posterior a la Revolución de Mayo; un pensador comprometido y sistemático de las instituciones educativas como forjadoras de la nueva sociabilidad poscolonial”. Entonces sostiene que “para Belgrano, la persona que se educa, conoce sus propios intereses y ellos son los que generan los espacios de estímulo y desarrollo de la comunidad…”
El investigador profundiza sobre la formación que recibe el prócer; “se conoce que desarrolla estudios superiores en España, pero, por otro lado, incorpora asignaturas vinculadas a las ciencias experimentales como física, y química; también lenguas modernas y por último la formación de la economía política asociada a la educación. Esta triple formación tradicional, –dice– es la que permite a Belgrano pensar el mundo y sus determinismos con respecto a las colonias o dominio español en el Rio de la Plata…”
Gagliano señala que cuando Belgrano regresa al país y es nombrado secretario del consulado de Buenos Aires, las principales ideas que inspiraron su gestión tienen que ver con la articulación entre educación, propiedad y trabajo. También entonces, la educación marcada por una diferenciación social y económica y la sociedad basada en castas, tenía respecto de los procesos formativos, una visión racial: solamente eran escolarizados los hombres blancos, sin ninguna consideración por las mujeres, o los hombres de color.
Manuel Belgrano visualizó que una de las claves del proceso revolucionario de mayo, consistía en generar una política educativa sostenible en el tiempo; y por eso crea un sistema fundado en escuelas primarias para varones y mujeres. Además, por primera vez en nuestro país, la política educativa belgraniana instala en primer lugar, una reconsideración del papel simbólico del docente, homologado a las principales figuras de la vida política de entonces. En aquella época, el prócer escribió: “Póngase escuelas de primeras letras, costeadas de los propios y arbitrios de las ciudades y villas, en todas las parroquias de sus respectivas jurisdicciones, y muy particularmente en la campaña, donde a la verdad, residen los principales contribuyentes…, y a quienes de justicia se les debe una retribución tan necesaria”.
Manuel Belgrano es el fundador de la escuela pública argentina. Él la pensó para niños y adultos por igual; y su obra permite que 70 años más tarde, se instale un sistema educativo moderno, como el que pensó Domingo F. Sarmiento, basado en estas intuiciones.
Propuestas de las editoriales
Sucesos de la vida del General Manuel Belgrano
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- “A Rosario sin escalas” (Ma. Inés Falconi, para niños de 10 años)
- “Cielito de mi bandera” (Liliana Cinetto, a partir de 6 años)
- “El hombre que no podía mentir” (Ana María Shua, más de doce años)
- “Viaje a la Bandera” (Cecilia Pisos, a partir de 8 años)
- “El árbol de los ruidos y las nueces” (Silvia Schujer, 8 años)
- “Mi amigo Manuel” (Mario Méndez, a partir de 12 años)
- “Belgrano hace bandera, y le sale de primera” (Adela Basch,10 años)
- “Azulunala” (Ángeles Durini, para niños de 9 años)
- “Alta en el cielo” (María Inés Balbín – Florencia Esses, a partir de los 7 años)
- “Patriotas” (Mario Méndez – Ana María Shua)
(Fuente: Consudec)