Cambio Plan de Estudio de la Secundaria

Introducción

Considero importante, entre otros aspectos normativos, sostener que la educación es un bien personal y social. En consecuencia reconocer el derecho de elegir para nuestros hijos la institución educativa cuyo ideario responde a las convicciones éticas, filosóficas o religiosas.

Este derecho natural e inalienable sustenta el derecho educativo de la sociedad y del Estado, y la responsabilidad de este último en asegurar una política educativa y organización sistemática tal que concuerde con los intereses de la realidad imperante.

Establece, en consecuencia, de un solo sistema educativo nacional integrado por los servicios educativos de gestión estatal y privada; reconoce sus derechos y estimula sus obligaciones y su participación en el Consejo Consultivo de Políticas Educativas.

Afirma igualmente, que el fin de la educación consiste en la formación integral de la persona en todas sus dimensiones, esto infiere también la formación religiosa, que en otros casos anteriores fue obviada o no reconocida en forma explícita (Ley 1420 art 8 y Ley 2195 art 6).

La nueva Ley de Educación incluye aspectos, acciones e innovaciones que se estiman de suma importancia para el planteo de posibles soluciones ante tantas nuevas necesidades. Entre ellos destacamos el priorizar como política de Estado, la extensión de la obligatoriedad escolar, las políticas referidas a la calidad y jerarquización de la formación docente, la prioridad por los sectores más desprotegidos, el compromiso de financiamiento, etc.

El Desafío y la continuidad

Es frecuente atribuir las fallas de la educación y el fracaso de las reformas educativas a la falta de recursos financieros, a la normativa, a los docentes, a las instituciones escolares, etc. Sin embargo, constato que la discontinuidad de programas y proyectos, que se inician y luego se suspenden o cambian de rumbo en los sucesivos cambios de gobiernos o de funcionarios y, en especial, la falta de evaluación en las políticas públicas y de los reajustes necesarios, son factores que en gran medida originan la situación de emergencia que se presenta en nuestro sistema educativo.

Todos los actores del proceso educativo requieren un clima de permanente serenidad para llevar adelante en forma conveniente su Misión. Para ello toda la normativa jurídica y la gestión de las políticas deben evitar ambigüedades que originan intranquilidad e innumerables conflictos.

Además de la capacidad, el realismo y la continuidad en la implementación y ejecución de las políticas educativas, se ha de tener muy en cuenta la honestidad y transparencia de los funcionarios, metodologías y asignación de recursos, justicia y equidad en salarios y jubilaciones, etc.

Como educadores católicos, en un contexto claro de pluralismo pero también de reaparición de algunos proyectos ideológicos de signo hegemónico, creo que es conveniente que nos comprometamos e invitemos a una activa participación de las familias (núcleos sociales), y desde donde se notan muchas falencias y pobrezas, y a las instituciones de la sociedad civil para asegurar, tanto en la gestión estatal como en la gestión privada de cada jurisdicción, el mejor ejercicio posible de la vida educativa. Nuestros niños y jóvenes merecen los mejores esfuerzos para que puedan lograr un desarrollo integral de su personalidad. De esta manera seremos colaboradores del plan de Dios y de las potencialidades y de la libertad de los argentinos en un proyecto común de Nación.

En nuestra Provincia de Misiones, quiero entender que estamos preparados y dispuestos a comenzar a recibir los cambios que se avecinan con apertura y ansias, de que todo nuestro trabajo futuro realmente pueda servir a una sociedad que tanto necesita recuperar Valores, como dice el lema de nuestro querido colegio.

Pedimos a Dios, el Señor de la Historia y “fuente de toda razón y justicia”, que nos ilumine y sostenga en la tan difícil y necesaria MISION DE EDUCAR. Encomendemos de manera espacial esta Misión a Nuestra Madre María Santísima y a Nuestro Señor Jesucristo, “El Maestro” por excelencia.

Prof. Oscar Vallejos