Estamos próximos a celebrar un nuevo aniversario de aquel 25 de Mayo de 1810, que marcó los primeros pasos de la gesta de nuestra Patria. Celebrar este acontecimiento tan importante para nuestro país, nos invita a reflexionar sobre el verdadero valor de la libertad que impulsó a nuestros próceres para lograr el primer grito de libertad. Es nuestro deber y compromiso seguir construyendo este sueño de país libre, con el esfuerzo de cada uno de los ciudadanos que habitamos esta tierra.
El primer grito de libertad que rompía las cadenas de la dependencia de la Corona Española, es un camino que han iniciado nuestros próceres con tanta valentía y tenemos el deber de seguir trabajando en pos de una verdadera libertad para todos los ciudadanos de esta querida tierra. Es una magnífica ocasión para fortalecer el sentido patriótico, de los valores que nos consolidan como Nación, especialmente la libertad.
Aunque han pasado más de 200 años del ejercicio de la libertad, seguimos golpeados por la opresión de la crisis económica, la desocupación y la pobreza. Son muchos los desafíos, que nos impulsan a seguir trabajando como Nación.
Al celebrar este nuevo aniversario de la Patria, ojalá podamos reconocer el gran potencial que tenemos como país y poder encausarlo, para que tengamos una nación verdaderamente libre, donde exista el trabajo genuino que dignifique a las personas y que el pan en las mesas de cada uno de los argentinos, sea una realidad diaria.
Ser una Nación libre es una bendición, pero también un compromiso para que esta libertad sea una realidad para todos los ciudadanos. Esta Fiesta Patria es una nueva oportunidad para profundizar y consolidar nuestra libertad como Nación. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que: “La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio, cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios”. (CIC Nº 1731)
Es que nuestra libertad, sólo se irá consolidando si nos animamos a enfrentar los desafíos que se resuelven con la comunión y el esfuerzo colectivo. Creo que el espíritu de lucha, decisión, trabajo mancomunado que caracterizaron a los próceres de nuestra nación, debe animarnos a seguir dando lo mejor, para transformar nuestra Nación con el trabajo y el esfuerzo sincero de cada uno de sus habitantes, lo que nos conducirá a una verdadera libertad.
El verdadero sentimiento patriótico, hoy más que nunca, nos llama a comprometernos y seguir luchando, esforzándonos para lograr el desarrollo de nuestra Patria con honestidad, para seguir construyendo un país cada vez más democrático, libre y justo. Nos debe impulsar a contagiar esperanza y fortaleza a nuestros niños y jóvenes que son el presente y futuro de nuestra Patria.
Que la fe y la confianza en Dios, nos haga vivir una verdadera fraternidad y hermandad. Y que nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra querida Argentina, interceda por nuestro pueblo para que honremos juntos la libertad de esta bendita tierra, con nuestro compromiso de hacerla cada día más grande.
P. Juan Rajimon svd
Representante Legal