De Padre a Hijo

Mario Orlando Daviña, quien falleciera en el 2006, pertenecía a la Promoción 30 (año 1982), que celebró sus Bodas de Plata de egresados en el 2007. En esta ocasión su padre le dedicó emotivos versos que transcribimos a continuación:

Tengo guardado un abrazo

Tengo guardado el abrazo, el último que me dieron
que conserva el calor que lo puso al estrecharme…
Tengo guardado ese abrazo para un amigo sincero,
que como yo al recibirlo sienta el calor y lo guarde,
para darle a otro amigo, cuando llegue la ocasión.

Tengo guardado el abrazo que me dio mi hijo MARIO
antes de su despedida… de este mundo terrenal,
ese sí que lo conservo juntito a mi corazón…
con las cosas más bellas que su vida nos brindó.

Tengo guardado ese abrazo que le trasmite calor
a mi corazón herido por tan tremendo dolor,
que no se apague esa llama por que tengo una misión
que es la de sembrar amigos sanos del corazón,
que no soporten heridas como las que tengo yo,
que luchen y se repongan, que se creen una misión
que cultiven amistades, que eso alegra el corazón.

Pero si un día aflojan porque existe una razón,
recuerden que aquí en mi pecho, junto a mi corazón
tengo el abrazo de Mario para darlo con amor,
porque él, desde el mismo cielo verá como floreció
esa semilla divina que a todos nos repartió…
para sembrarla en el pecho, como la que tengo yo.

Porque él vino a esta tierra para cumplir una misión
que es caminar dejando huellas, pero huellas de amor
para que otros la sigamos con esa misma pasión
que puso marco a su vida todo el tiempo que vivió.

Recuerden amigos míos, que si existe una razón,
aquí junto a mi pecho… guardado en mi corazón…
tengo el abrazo de Mario que un día me regaló
que todavía está en llamas y conserva su calor
para darlo con mucho amor y curar sus heridas
y seguir dejando huellas, en los caminos de Dios.

Recordando a mi hijo Mario Orlando, el que nos dio tanto amor que llenó nuestros corazones por el resto de nuestras vidas.

Miguel Ángel Daviña