El Proyecto «Educación Para el Amor» (EPA), responde a una necesidad vivida en la sociedad actual y en nuestra institución escolar y conforma uno de los pilares del Proyecto Educativo Institucional (PEI).
Ante la promulgación de leyes de «educación sexual» hemos sistematizado, explicitado y completado lo que veníamos haciendo, porque nuestra institución siempre atendió la educación integral pensada como formación personal.
El 5 de agosto de 2014 se llevó a cabo el PEI, durante esta jornada hemos reflexionado acerca de:
– El rol del docente de las Escuelas Católicas en el Siglo XXI.
– La sexualidad es algo que toca a todo el ser humano desde el instante de su concepción. En el momento que comienza la primera célula, ya tiene un código genético que la identifica como hombre o como mujer.
Esto implica a todo el desarrollo físico y psíquico de la persona. Significa que todo acto humano es un acto sexuado. Se hable, se camine, se piense, todo se hace como hombre o como mujer. Como todo en el ser humano necesita educarse, la educación sexual es necesaria, pero también es necesario que todos los que tienen responsabilidad en la formación de niños y de jóvenes y especialmente los padres, sepan qué clase de educación sexual pueden recibir sus hijos y estén al tanto, para que les llegue con la debida prudencia.
Algunos alcances de la Ley 26.150 aprueba el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI):
– La Perspectiva de Género: Ideología.
– Derechos Humanos y Familia en relación con la ESI.
– Literatura y Pedagogía de la Sexualidad.
– Los Departamentos se reunieron para realizar los aportes al proyecto EPA.
La educación para el amor hace referencia a:
– Los principios religiosos acerca de la persona humana y la familia.
– La diferencia entre el impulso sexual, el instinto sexual y la tendencia al amor.
– La preparación para al matrimonio, la paternidad responsable, los métodos naturales de planificación familiar, el noviazgo digno y feliz, las tareas solidarias, el arte y el deporte como actividades que encauzan muy positivamente a los adolescentes y los ayudan a armonizarse interiormente, son algunos de los tópicos que deben tratarse.
En su Documento «Educación y proyecto de vida», los Obispos se han expresado así frente al tema que nos atañe: «La problemática sexual -afirman- ha cobrado énfasis en nuestros días y si bien este hecho ha servido para que algunos revalorizaran la sexualidad humana, otros entraron en el torrente de la desorientación, que en muchos casos lleva hasta la pérdida de las luces del sentido común».
La educación cristiana privilegia la realización del hombre a través del desarrollo de todo su ser, espíritu encarnado, y de los dones de naturaleza y gracia de que ha sido enriquecido por Dios. Así lo expresa el Documento «Orientaciones educativas sobre el amor humano”. Apuntamos a la integridad de la persona. Cuando se habla de Educación sexual, no puede estar sino referida a la Educación integral, y cómo ésta debe partir de la concepción misma del ser humano como persona. Porque la educación atañe en primer lugar a la familia, son los padres quienes tienen el derecho y el deber de orientar sexualmente a sus hijos conforme a su concepción de vida. La escuela deberá insistir y completar la obra de los padres.
La educación sexual en la escuela ofrece a los niños y jóvenes una estima de la «sexualidad como valor y función de toda la persona creada, varón y mujer, a imagen de Dios”. Una educación personalizada, es decir gradual, según la edad y la circunstancia de cada alumno. Por eso cabe más hablar de Educación para el Amor, que de Educación sexual, intentando poner el énfasis no en una mera información o formación genital, sino en un proceso que abarca al hombre en su totalidad y así descubrir el sentido más profundo de su existencia: EL AMOR.
Querida comunidad, quiero hacerles saber, en nombre de todos los integrantes del Equipo, que este Proyecto es uno de los desafíos fundamentales. Su organización es compleja, se ha buscado evitar caer en la repetición de los contenidos y para eso se ha conformado un equipo institucional para coordinar y evaluar permanentemente la implementación del plan. Sólo desde esta perspectiva de trabajo integrado institucionalmente, será posible pensar en una tarea valiosa en lo formativo y enriquecedora de la comunidad toda. La tarea implicará a directivos, docentes y padres, en una obra conjunta en favor de la formación de los niños y jóvenes, desde el ingreso hasta el egreso de la Institución.
Un proyecto de «Educación para el Amor» encarado desde esta concepción integradora, capaz de acompañar la evolución personal, social y espiritual, satisfaciendo una y otra vez las necesidades formativas fundamentales pero creciendo en profundidad y complejidad. En esta integración, es necesario contemplar la relación con Dios, que no se estructura aparte, sino que impregna todas las demás dimensiones. La vida del hombre adquiere sentido pleno y feliz solamente cuando se prolonga en una relación dialógica con su Creador.
Finalmente, vaya mi agradecimiento a todos los colegas que desinteresadamente han dado de su tiempo, sabiduría, entrega, haciendo realidad lo que remarca nuestro Ideario Institucional en consonancia con el documento Latinoamericano de Aparecida: «Hemos sido elegidos, llamados a ser mensajeros del Evangelio, para cumplir una misión y esta misión se resume en cuatro aspectos: anunciar, denunciar, consolar y dar esperanza».
Prof. Florencia Rodríguez de Magriñá
