“El mejor protocolo no pasa por el control sino por la toma de conciencia”

Algunos colegios, como el Roque González en Posadas, comenzaron a recibir alumnos este lunes y lo harán durante toda la semana previa al inicio del ciclo lectivo 2021, en el marco del cursillo para ingresantes de otras instituciones al primer año del nivel secundario. La jornada de integración sirve, además, para poner a prueba los protocolos sanitarios.

“Los chicos están contentos, todos vinieron con sus barbijos. Esta situación representa una oportunidad para que probemos los protocolos. Están en actividad y todo está funcionando bien”, afirmó Juan Rajimon, representante legal de la institución.

“Desde hace ya cinco años, y teniendo en cuenta que en el primer año de la secundaria ingresan muchos alumnos de otros establecimientos, para que ellos conozcan la institución, a los docentes y directivos los convocamos una semana antes”, comentó el directivo.

En ese sentido, explicó que al ingresante “se le presenta la propuesta educativa, hay un intensivo de inglés. Todo esto lo ayuda, para que puedan ingresar al colegio ya conociendo un poco cómo es la modalidad de trabajo, y las instalaciones”.

En relación a los protocolos, informó: “Tenemos distintas entradas habilitadas, ya que son muchos alumnos. A través de un correo electrónico se le enviará a cada familia el horario de ingreso y por la puerta que ingresarán. Cuando ingresa el alumno se le pondrá alcohol en sus manos y se le tomará la temperatura. Luego va directo al curso”.

“Entre el miércoles y jueves enviaremos un comunicado a todas las familias de la institución. Trabajaremos con un sistema de alternancia semana a semana, con un 50 por ciento de alumnos de lunes a viernes. Para los ingresantes, presencial al 100 por ciento, y también para el nivel terciario, porque el espacio es amplio y los grupos reducidos”, aseguró el directivo.

“La orientación es favorecer la mayor presencialidad. Los docentes están entusiasmados, extrañan a los alumnos en las aulas”, dijo. Por último, remarcó: “El mejor protocolo es la toma de conciencia, desde la familia, desde cada docente. No pasa por el control, sino por la toma de conciencia. Me tengo que cuidar y cuidar al otro”.

(Fuente: El Territorio)