Pasa el tiempo y uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que termina, llegan épocas de «cambios» para algunos, pero nunca olvidaremos esos buenos momentos vividos que pasamos con un mismo propósito, dejar en lo más alto lo que más apreciamos: ¡EL COLEGIO!
Así vivimos los chicos del Roque cada año de Estudiantina que tuvimos y seguiremos teniendo. Aprendemos cosas que nunca imaginamos, a dejar de ser simplemente una banda de conocidos a ser una familia y protegernos como tal, a dejar el alma en cada golpe como si fuera el último, aunque este sea el primero. Nos envolvemos en una burbuja de pasiones cuando escuchamos el sagrado y tan esperado grito de «¡Te están buscando matador!»
¿Cómo explicar lo que se siente? Ese lapsus donde pareciera que pasa todo en tan sólo un segundo, pero en realidad fueron veinte minutos, dos veces por noche y un anfiteatro, así sentimos cada uno de los fanáticos de este escudo.
Con el tiempo vamos entendiendo lo que realmente significa llevar esa insignia que penetra en nuestro pecho al hacer el primer paso, camino a un ensayo o una noche de calle. Nos enorgullece tanto que cuando llegamos el final, no nos queremos ir más, nos apasionamos que sin seguir siendo estudiantes seguimos estando y así será. Es una pasión que muchas veces traspasa los límites, decidimos dejar todo de lado por simplemente verte allá arriba, donde siempre te merecés estar, querido y enorme COLEGIO ROQUE GONZÁLEZ…
Facundo Gandera, 5° Naturales TM
