Evangelio y “bochinche”

Durante la preparación de la Misión Bíblica 2016 tuvimos expectativas, la de todos los años. Cuánta gente se «engancha» en la movida, cuántos misioneros, cuántos reciben, los que tienen vehículos para llevar a los misioneros, etc.

Pensamos en todo, o casi, porque mientras ocurría todo nuestro preparativo, un grupo importante de chicos y chicas se preocupaban por aparentemente algo distinto, conseguir presentar una buena imagen del Colegio en la Estudiantina 2016. Es cierto, la juventud que ve pasar su etapa de estudiante se identifica naturalmente con el brillo y el bullicio de la Estudiantina, tanto hasta que no le ofrezcamos otra cosa también.

Grata sorpresa tuvimos, primero cuando convocamos para realizar la Misión Bíblica, pero esta vez, curso por curso, la respuesta fue impresionante en cada turno. Los alumnos de cuarto y quinto año, con un ánimo y una soltura admirable, se pusieron al frente a sus compañeros y llevaron adelante una celebración que dejó un clima de oración y respeto muy digno de nuestros alumnos. «Fue emocionante» exclamó una profesora. No nos pareció raro, porque los conocemos, porque estamos todos los días con ellos, porque sabemos lo tierno que es su corazón.

Pero es así que, entusiasmados por la respuesta, nos propusimos un desafío que a simple vista parecía una Misión entre «salvajes», ni más ni menos que: LLEVAR LA MISIÓN BÍBLICA AL ENSAYO DE LA ESTUDIANTINA… Sí, parecía algo casi imposible.

Consultamos con los directores de banda y de baile y nos dieron el OK. Con una facilidad y confianza que nos entusiasmó.

Llegó el día, todos se preparaban en la capilla para visitar familias que los estarían esperando con un altarcito, una Biblia una velita encendida. Nosotros pusimos rumbo a la costanera, al ensayo.

Llegamos, y nos llamó la atención que estuviera casi todo Posadas, resulta que, dado el espacio abierto, TODAS las escuelas ensayan en El Brete. Juntamos a los «gurises», distribuimos las tareas: «vos llevás la imagen, vos la plantita como símbolo, vos lees el guión…» Todos con maravillosa voluntad.

Lo impactante fue «EL EVANGELIO Y EL BOCHINCHE». Mientras en forma muy breve celebrábamos la Palabra, todo alrededor «batía parches», y en medio de ese descomunal «bochinche» nosotros compartiendo «la Palabra». Era un sueño. Los chicos, un lujo. Respetuosos. Todos participaron.

Al finalizar, juntamos nuestras cositas «misioneras» y pasando por entre mucha juventud «extraña» de otras escuelas, partimos rumbo otros lugares, menos bochincheros tal vez, pero de seguro con iguales ganas de recibir a Jesús.

Preceptor Eduardo Sisto