El 12 de septiembre de 2011, falleció el Sr. JUAN MUHN a la edad de 91 años. Don Juan trabajó en nuestro colegio durante 65 años, toda una vida dedicada a la educación. El colegio Roque González fue su segunda casa, el lugar donde se sentía en familia, lugar indudablemente, donde era feliz.
Le damos gracias a Dios por la vida de Juan Mühn, por todo lo que obró por su intermedio. Quienes lo conocieron están convencidos de que su vida fue un testimonio, un ejemplo para tantos niños y jóvenes que recibieron de él una educación desde la vida.
La misa de cuerpo presente se realizó en la capilla del Colegio Roque González, el 13 de septiempre 2011, a las 10:00 hs.
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Juan José Mühn nació el 12 de noviembre de 1920 en la localidad de Ceres, provincia de Santa Fe. Se inició en el Colegio Roque González el 15 de marzo de 1947 y continuaba hasta la fecha, con un desempeño eficaz, ya no en el aula, frente a los alumnos, sino en otras tareas que igualmente demandan capacidad, responsabilidad y eficiencia, atributos que a don Juan lo caracterizan desde siempre, porque en sus años de juventud se formó en el Seminario Mayor de la Congregación del Verbo Divino. Antes de la profesión de los Votos Perpetuos, sintió que el camino de su vida no era el sacerdocio. Así fue como decidió alejarse del Seminario para iniciar una nueva etapa, igualmente comprometida con Dios y la misión al servicio de los demás.
En 1945 llegó a la tierra misionera, radicándose en la localidad de Azara para dedicarse a la labor educativa. Dos años más tarde se trasladó a Posadas para iniciar su labor docente en el Colegio Roque González como maestro de grado, al comienzo en un turno, luego en ambos. En ese tiempo conoce a la joven Edith Areco, con quien contrae matrimonio y de esa unión nacen sus dos hijos: Juan José y Enrique.
En consideración a su destacado desempeño, ascendió al cargo de vice-director y posteriormente director del Nivel Primario.
En el año 1947 fue el impulsor de la revista anual del colegio, denominada “MI COLEGIO”, la misma que continua editándose en la actualidad.
Al abrirse el nivel medio, en 1949, pasó a desempeñarse como profesor de actividades prácticas y de música en 1º y 2º año del ciclo básico, asumiendo también la tarea de coordinador del ministerio de música del colegio, actividad que sigue desarrollando actualmente en celebraciones litúrgicas del colegio y de la parroquia “Santos Mártires” de nuestra ciudad.
Si bien obtuvo el beneficio de la jubilación el 29 de marzo de 1979, don Juan no se retiró del colegio. Teniendo en cuenta las condiciones de capacidad y de fidelidad incondicional a la Iglesia y a la Congregación, y con la expansión de la matrícula y del personal docente, recibió una propuesta generosa de las autoridades de la institución, para colaborar en el sector de administración, lugar en el que se lo ve desempeñarse con la misma donación y lealtad de siempre.
Además, es autor, por motus propio, de la confección del Registro Único de Alumnos, por sección, con sus respectivos docentes, desde la creación del colegio hasta nuestros días.
La vocación de educador y el espíritu de servicio, lo ha llevado a superar admirablemente todas las transformaciones producidas en el ámbito educativo, desde su adolescencia hasta la fecha, sintiéndose cómodo y adaptado, en su actual tarea, al mundo digitalizado con el que convivimos hoy.
El maestro Don Juan José Muhn recibió el premio “Divino Maestro 2007” a la trayectoria educativa, otorgado por el CONSUDEC (Consejo Superior de Educación Católica). El acto fue realizado en las instalaciones del mencionado Consejo, en Buenos Aires, el 28 de septiembre de 2007. Asistieron a la reunión destacados educadores nominados de distintas provincias como así también las máximas autoridades de la educación católica argentina.
Hoy podemos decir que Don Juan es merecedor del afecto y la honra de toda la comunidad educativa. Por eso, «Juancito» -como te decíamos cariñosamente- te damos un inmenso GRACIAS por tu entrega desinteresada y generosa en nuestro colegio, y que descanses en la Paz de Cristo.
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“No me digas portate bien, decime portate mejor…”
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“No me digas portate bien, decime portate mejor…” fue la frase con la que Juan se despidió el miércoles 7 de septiembre de 2011. No era una expresión cualquiera de las que decimos cotidianamente, era una de sus tantas máximas sostenidas en su diario vivir.
Don Mühn a sus casi 91 años, era de aquellos que no se cansan de mejorar, de aprender, de investigar hasta entender y poder explicar. Tanto fue así que para él la era informática no fue obstáculo, trabajó en computadoras como cualquier usuario.
Esta tenacidad lo ayudó a sobrepasar en el año 1998 lo que, por causas de un tropezón, afectara gravemente su salud. Coágulos cerebrales dañaron su sistema nervioso. Pero al tiempo recobró la memoria, después recuperó el habla correctamente, volvió a escribir (estudiaba horas como un niño de primer grado). Muchos pensamos aquella vez que Juan ya no volvería al colegio y gran fue la sorpresa al verlo retomar sus actividades.
Más de 60 años en la institución lo hicieron un maestro de generaciones. Hasta el año 2010 participó del proyecto institucional de lectura “Volver a Leer” leyendo cuentos a los más pequeños. Era común que abuelos y padres de actuales alumnos recordaran con él actividades y trabajos, rostros y momentos de antaño. Merecido galardón fue la mención del «Divino Maestro» que le otorgara el Consejo Superior de Educación Católica en el año 2007. Siempre feliz, de fuertes convicciones, educador de valores, recto, responsable, tierno y justo, son algunas expresiones de tantos que frente a él supieron formarse.
Su donación, el amor al trabajo y un profundo compromiso con la obra misionera verbita, lo llevaron al estándar más alto de fidelidad en su labor. Logro de su extrema dedicación, son las listas -en formato digital- de los alumnos que cursaron sus estudios en el instituto desde su inicio en el año 1937, dicha información hoy disponible en la página web del colegio. En los últimos años cumplió tareas en los archivos de administración, habiéndose jubilado como docente y directivo de la casa. Trabajar era su motor y el colegio el vehículo en el que estaba montado.
Siempre supo e instruyó de que estamos de paso donde nos toque estar y de que algo bueno debemos dejar. Nunca se sintió dueño de lugares ni de puestos, hizo lo que le tocó hacer. Supo no cargar su mochila de cosas pasajeras, sabía lo que al hombre hace feliz. Todos los días sonreía, aún cuando tuvo que sufrir la enfermedad y muerte de su hijo mayor. Disfrutó de la vida con todos sus sabores. Miró siempre al frente, aprovechó su tiempo.
Dejó de existir el 12 de septiembre de 2011, dos meses antes de cumplir 91 años. El padre Romano Hentz, en la misa de exequias dijo: «Haber compartido con Juan es haber compartido con un Santo…”. Quienes tuvimos el privilegio de acompañar a Juan José Mühn participamos de esta afirmación. Junto a Edith, su esposa, en silencio mediaban ante la Virgen María rezando diariamente el rosario por intenciones de quienes necesitaran. Hoy intercede junto a los elegidos en el cielo por toda la comunidad del Colegio Roque González.
Néstor E. Galeano
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Tengo los mejores recuerdos del profesor Muhn. Su gran humildad es el mejor recuerdo. Lo que se dice «un tipo muy bueno». Para los que éramos del interior, era como si él Él también lo fuera. Siempre me trató muy bien. Una gran persona. Una suerte haberlo conocido…
Luis M. Hahn (Promoción 26 – Año 1978)
El Sr. Muhn y el Sr. Prado, siempre en admiración. Un buen recuerdo.
Santiago Torres (Promoción 1994)
Cuando los mayores son ejemplos de vida cuesta despedirlos, porque no solo es decir adiós a una persona sino decir adiós a un ejemplo de vida, a alguien que más de una vez inspiró ganas de imitar, a alguien que por alguna razón hizo que reflexionáramos sobre todas las cosas buenas que podemos hacer y brindar con la vida que no es más que un regalo de nuestro padre del cielo.
Primero como joven y luego, como exalumna del colegio, que en más de una ocasión pude compartir momentos en comunidad con el Sr. Juancito Muhn, hoy quiero reflexionar sobre lo importante y lo valorable que hay en las personas mayores que son reflejo de una vida que les ha servido para crecer no solo de cuerpo sino también de espíritu, esas personas mayores que son testimonio de esfuerzo, sacrificio, entrega, felicidad y que con su vida iluminan, a veces sin darse cuenta, a otros a seguir adelante.
Juancito, sin duda alguna, está dentro de estos ejemplos, testimonio de amor y entrega a la tarea diaria, con una sonrisa siempre presente, con una juventud de espíritu que invitaba a vivir y daba esperanza de que aunque los años pesaran en el cuerpo la fuerza que viene desde el corazón es la que nos hace personas de bien.
Gracias Juancito por tu testimonio de vida… Hasta Siempre.
María Claudia Enríquez
Exalumna (Promoción 51-2003)
Don Muhn… como yo le decía, fue un paciente preferido para mí durante años. Me inspiraba paz y me alegraba verlo. Un ejemplo de persona! Dios te recibe con los brazos abiertos.
Te bendecimos y te amamos por tocar el Ave María en el casamiento de mi mamá hace 25 años, te amamos y bendecimos por ser bueno. Yo te mando con mi hija, soy la profesora Pintos Malgarita y con mi hija Sofía te mandamos unos besos desde la tierra al cielo. Que Dios te bendiga.
Autor
Me uno a Uds. en el dolor por la pérdida de Juan MUHN y comparto la tristeza que embarga a todos los que hemos conocido a este hombre justo.
Dr. Guido Rauber, Bachiller 1ª Promoción.