“La Misión de Dios”

Jornada de Reflexión para Docentes, a cargo del P. Carlos Chatelain SVD.

La misión de Dios: con esa misión estamos comprometidos. Esta misión quiere transformar el mundo en un “cielo y una tierra nueva, sin barreras para amar” (ésa es la esencia del compromiso). “Dios es Amor”: mi compromiso es que ese amor se haga realidad en el mundo.

¿Cuáles son los momentos en los que identificamos la misión de Dios?

1º- La creación.
2º- La encarnación (la gran manifestación de Dios).
3º- La redención.
4º- La nueva creación: la transformación por el AMOR como compromiso para poder gozar del cielo nuevo en una tierra nueva (poniendo amor en la familia, en el trabajo, etc).

Para evangelizar tenemos que escuchar y respetar los sentimientos del otro con actitud de equilibrio, en sentimientos puros. Dios sigue activo en la misión, si no tenemos en cuenta esto, caemos en el activismo. Dios nos invita a ser testigos de su misión y actuación. Asumir que somos indispensables para alguna misión en la vida (comprometernos con algunas de las diversidades de posibilidades). Para ello hace falta AMOR.

Tenemos que aprender a ser personas ecológicas para defender y cuidar la naturaleza, la creación, como testigos de la misión de Dios.

La liberación: tener una mayor apreciación de la actuación de Dios (no ser tan esclavos de nosotros mismos y trabajar más en la libertad interior, resistir a la tentación de una misión que no viene de Dios). Muchas veces pensamos que para ser felices debemos prescindir de Dios, hablamos de nuestra misión en la vida.

La misión es de Dios. Estamos invitados a participar de la misión de Dios en comunidad. De ese modo se refleja el Dios UNO y TRINO. Trabajar como misioneros en comunidad, animando para que el proyecto de Dios se vaya concretando con alegría. El colegio nos necesita, no sólo para trabajar, sino para formar una comunidad fraterna, arraigada en el AMOR de Dios. La motivación permanente debe ser: revisar cuál es la misión como colegio; qué necesita la comunidad del colegio. Para lo cual hace falta trabajar con actitud de sinceridad, lealtad y humildad para compartir con el otro.

“Dame de beber de tu fuente de agua pura”.

Esta actitud requiere generar espacios para construir relaciones interpersonales sanas. El diálogo debe estar enraizado en tres actitudes: solidaridad, respeto y amor.

Conclusión

Tener en cuenta que para un alumno que transita toda su escolaridad en el Colegio Roque González, la única experiencia de escuela, de alumno y de educador que tendrá, será la que recibió y vivió en este colegio. Por eso, es tan importante compartir nuestro tiempo de enseñanza-aprendizaje como integrantes de una comunidad fraterna, que genere como recuerdo vivencias de alegría, porque nos hemos reconocido como personas, como hijos de Dios en el trato cotidiano, basado en el respeto, el amor y la solidaridad.

Prof. Alba Lady Solís López