
Si, los años pasan. Pasan tan rápido que hace ya 25 años que un grupo de niñas y niños inauguró el preescolar en el Colegio Roque González. Entre varios hermosos recuerdos, quiero compartirles uno muy especial. Recuerdo a un grupo de pequeños que jugaban a ser los Power Rangers. Para quienes no los conocen, o no los recuerdan, se trataba de un programa televisivo infantil en el cual cinco jóvenes unían sus fuerzas contra aquellos que intentaban perturbar la paz en nuestro planeta. Cada uno de esos jóvenes tenía poderes diferentes, y cuando la cosa se ponía difícil, cada uno de estos héroes portaba su poder individual para la construcción de un gran robot que vencía a cualquier mal. Lo interesante es que se necesitaba de todos para lograr triunfar. Y bajo esta premisa, a diario el patio del jardín se convertía en el escenario en el cual este grupo de niños jugando, se hacía cargo de esa gran misión.
Si bien los jardines consisten en un formato escolar para la educación temprana, tienen la particularidad de generar aprendizajes a partir de situaciones lúdicas, muchas veces creadas por los mismos niños y niñas. Son los primeros escenarios de socialización con otras realidades, es decir, un espacio escolar donde por primera vez encontramos a otros sujetos sociales por fuera del grupo familiar.
El rol de la educación temprana o Nivel Inicial en la sociedad, es muy importante para la organización de la vida cotidiana de las familias, es sobre todo, un espacio diseñado para acompañar a transitar la infancia, los primeros vínculos y capitalizar los primeros conocimientos entendidos como enseñanzas. Fue Hebe San Martín de Duprat quien enfatizó y encarnó en acciones político-pedagógicas su mirada sobre la infancia, constituyendo un hecho histórico para la constitución del Nivel Inicial en Argentina, hecho que actualmente convoca a diferentes docentes a la formación en Nivel Inicial para aprender a enseñar a los más pequeños, pero sobre todo, para garantizar los derechos de la niñez.
Me gustaría agradecer a los docentes que asumen a diario el compromiso de resguardar la infancia, atender las demandas de las niñas y los niños y promover a partir de la enseñanza los valores más importantes para la vida como la solidaridad, la amistad, la empatía y la integración.
Rescatando que la tarea de la enseñanza no se encuentra escindida del contexto en el que la misma se inscribe y que esto, muchas veces, puede traducirse en situaciones sociales complejas que requieren ser atendidas para garantizar el desarrollo cognitivo de cada niña o niño.
Los dinámicos cambios culturales y sociales modifican constantemente las demandas y, por lo tanto, también a las prácticas de crianza, tanto en las familias como en las instituciones educativas que alojan a estas infancias en desarrollo. Esto conlleva a que la docencia abocada al Nivel Inicial asuma día a día la tarea de atender las demandas particulares y generales de estos grupos de pequeños aprendices, conformando espacios inclusivos que incorporen las diferencias y construyan sujetos sociales capaces de tender una mano a quien lo necesita. Es decir, lograr que se sientan interpelados a formar parte de ese gran robot, pero esta vez integrado por sujetos reales que unen talentos, ingenios y capacidades para luchar contra la discriminación, la desigualdad, la injusticia y todo mal que perturbe a nuestras sociedades.
Un abanico de infinitas posibilidades los espera en un futuro. Es decir, el devenir del tiempo nos demuestra una y otra vez que educar en el presente no es más que imaginar, aportar y trabajar para que estos grupos logren transformar las realidades del entramado social de un mañana del cual somos parte.
Y, retomando mi experiencia como alumna, no me quedan más que palabras de agradecimiento a Vivi, Pepi y Amparín. Ellas eran quienes estaban a cargo de las distintas divisiones del Jardín en el colegio y a quienes recuerdo con muchísimo cariño.
La educación como herramienta de socialización de los sujetos, constituye la posibilidad y las bases para construir una sociedad más equitativa en oportunidades de acceso, más inclusiva y con valores sólidos. De aquí deviene la importancia de cuidar la educación inicial y a las maestras y los maestros que asumen la tarea de preservar las infancias que les confiamos.
Andrea Bordeñuk, Ex Alumna
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