Del 29 de junio al 2 de julio, se llevó a cabo una vez más el viaje a Salta, a la “Virgen del Cerro”, con la intención de que los alumnos de nuestro Colegio puedan vivir una experiencia de fe, poniendo énfasis en la vocación cristiana, proyectada hacia Dios y el mundo, en una actitud de servicio misionero.
Tuvo muy buenos frutos, ya que pretendíamos el desarrollo de la capacidad de relación de los peregrinos con otras personas, saber dialogar, compartir ideas y experiencias, valorizando y vivenciando la formación católica, los valores humanos y los valores del Evangelio.
El objetivo de esta visita al Santuario de la Virgen del Inmaculado Corazón Eucarístico de Jesús, fue consolidar las líneas educativas de los Misioneros del Verbo Divino. Cerca de 40 fueron los alumnos que participaron de este viaje, de los cursos de 1º a 5º año. Los profesores responsables eran: Carolina Valle Urbina, Edith Ayala y Adolfo Núñez. Fueron acompañados del Asesor Espiritual, padre John Britto, colegas del Nivel Inicial y Primaria, como así también de las preceptoras Claudia Valenzuela y Yanina Malonek.
Llena de paz y armonía
Como experiencia, este viaje espiritual fue un encuentro entre Mamá María y yo. Fue especial, ya que hace mucho tiempo tenía ganas de hacerlo, pero no se daban las condiciones. Por eso esta vez sentí que era mi momento, mi encuentro con ella.
Estar de pie en el cerro, contemplando el lugar y la naturaleza, con una mochila cargada de sentimientos, preocupaciones, agradecimientos, y más.
Comencé la caminata, en un principio pensé que me iba a costar, que no iba a llegar. Sin embargo, a medida que subía, mientras rezaba, sentía que mi mochila, esa carga que llevaba sobre mis espaldas iba disminuyendo. A mitad del cerro comencé a escuchar una melodía, como de un coro de ángeles, paré la marcha y me puse a llorar, pero mis lágrimas no caían, sentía que Ella las secaba. Ya no tenía ninguna carga en mis espaldas, sólo palabras de agradecimiento para con nuestra Madre. Así llegué a la cima del cerro a encontrarme con ella, llena de paz y armonía, sin cansancio alguno.
Una vez más me sentí bendecida y feliz por haber realizado este viaje tan esperado.
María Belén Martins de Vargas, Maestra de 7° “C”
La virgencita del Cerro
Una compañera y amiga, la Prof. Edith Ayala, simplemente al cruzarme un día cualquiera en un pasillo del colegio, me invita a viajar a Salta para visitar a la Virgen del Cerro. Dije Sí. Así empieza todo. Viajamos, estuvimos en el cerro y volvimos, un viaje relámpago que aún permanece en mi corazón.
Ese compartir con colegas, alumnos, el padre John, personas de otras comunidades parroquiales, me deja como experiencia mucha Paz interior. Tomarme el tiempo para pensar en Dios, en la Virgen, en Jesús, en los Santos. Verme en ellos y sentirlos en mí. Despertar mi espiritualidad y redescubrirme en esa Paz, pensando en mi Familia, en mis amigos y seres queridos. Sin duda, voy a volver a ir, la madrecita dirá cuándo y seguramente me iluminará para que pueda ver mi MISION, y llevarla adelante con verdadero Amor.
Profesor Enrique Carballo
Una experiencia única
El Viaje a Salta es una experiencia única e incomparable, donde todos los alumnos del colegio tienen la oportunidad de estar un poco más cerca de nuestra Virgen María. Se desarrolla de una manera recreativa, pero a la vez espiritual, en la que todos tienen y viven un momento de reflexión personal. La señora María Libia, a través de su testimonio, comparte y enseña su relación con Dios y la Virgen. Una oportunidad provechosa y única que nadie debería perder.
Micaela Leguizamón, 5º Naturales