En medio de tantos desafíos pos pandémicos que estamos atravesando como sociedad, es oportuno que podamos reflexionar sobre el valor de la educación y la necesidad de seguir fortaleciendo nuestro sistema educativo que tiene la gran tarea y misión de formar a nuestros niños y jóvenes de manera integral.
La educación es un compromiso de toda la sociedad y tenemos la misión de seguir encontrando caminos nuevos en esta tarea noble e importante. Quisiera hacer eco de una de las últimas entrevistas dada por Andreas Schleicher, director de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) sobre una educación renovada para el mundo actual.
La educación sigue siendo la clave para el desarrollo de nuestras culturas y economía que está sufriendo una permanente transformación. En este sentido, es el espacio de formación de los ciudadanos del futuro. Obviamente, el gran desafío está en tener claridad respecto a qué sociedad y qué ciudadano queremos en el futuro. Esto nos dará la clave para dar forma a un diseño necesario para nuestro sistema educativo.
La educación hoy no puede estar alejada de la tecnología. Actualmente necesitamos una escuela capaz de asumir el reto de una gran adaptación para enfrentar el mundo cambiante que transitamos. Los centros educativos tienen la función de preparar a los alumnos para desempeñarse en un mundo interconectado, sin descuidar la necesidad de que tengan un gran respeto hacia los demás y con habilidades para lograr la sostenibilidad y el bienestar colectivo.
En este sentido tenemos la gran necesidad de formar a los niños y jóvenes en los valores que sostienen a nuestra sociedad. El respeto, la responsabilidad, la resistencia, la integridad, la atención y la armonía se aprenden en la escuela, y la sociedad debe ser el ejemplo para cada niño y joven. Son los valores los que forman a los estudiantes en la consciencia social, en la gestión adecuada de sus relaciones, en la autogestión y la toma de decisiones responsables.
Las grandes transformaciones que vive nuestro mundo impredecible, hacen pensar en un cambio de paradigma educativo que nos permita “avanzar desde una enseñanza centrada en los contenidos, la memorización y la respuesta correcta a un aprendizaje centrado en los saberes, habilidades y actitudes necesarios para vivir y trabajar en tiempos de permanente transformación”. Para esto necesitamos fortalecer a nuestros docentes, directivos y a las Instituciones, para que sean “el pulmón formativo” de nuestra sociedad.
El sistema educativo en el mundo actual necesita una estrategia sistémica para responder a los desafíos de formar a estudiantes para un mundo laboral cambiante, para los oficios en un mundo digitalizado, impredecible, y para convivir en una sociedad interconectada. La educación se basa en una misión que resulta desde la colaboración y participación de todos los actores de la sociedad. Creo que para superar tantas situaciones de crisis socio económica que estamos atravesando, requiere de un trabajo mancomunado entre la familia-escuela-sociedad en pos de una mejor sociedad.
Que la educación sea una misión a largo plazo que sostenga el proyecto de sociedad y país que queremos construir. Que nuestra preocupación por una educación de calidad sea un compromiso real más que un simple deseo. Que nos unamos en esta misión tan noble de educar y formar a nuestros niños y jóvenes para el futuro de nuestra sociedad.
P. Juan Rajimon svd
Representante Legal