Se cierra una etapa maravillosa

Palabras de despedida para quienes finalizan la Etapa Primaria

Cuando un maestro tiene la dicha de enseñar en 7° grado, al finalizar el año se le vienen miles de cosas a la cabeza: los años transcurridos en el colegio, el crecimiento de cada niño a lo largo de esos 7 años, los momentos compartidos, las alegrías, las tristezas, los enojos y cada una de las experiencias: salidas, viajes, charlas, misas, Bicicleteadas Solidarias y retiros.

Pero este año fue muy particular. Llega fin de año y nos pusimos a pensar que seis años nos cruzamos en el patio, seis años compartieron con sus compañeros aquellos recreos anhelados y éste último año, quizá uno de los más desafiantes, porque nos ha tocado compartir de otra manera, de manera virtual (por Covid-19), a la cual no estábamos acostumbrados y, por qué no, preparados. Fue un gran esfuerzo tanto de docentes como de cada uno de ustedes y sus familias. Sin embargo, este nuevo reto no nos detuvo: aprendimos, compartimos y disfrutamos en cada clase virtual, con cada trabajo, en cada jornada.

No fue lo que hubiésemos deseado para ustedes, ya que como docentes de esta última etapa nos hubiera gustado verlos charlar, hacer grupos en los recreos, reírnos de sus ocurrencias y travesuras, verlos emocionarse al pensar que serían los últimos momentos que compartirían como grupo. Pero es lo que Dios nos preparó para este año, tal vez para hacernos valorar cosas tan simples como un recreo, una misa, la amistad, el compañerismo, un abrazo o un aplauso después de una exposición.

Deseamos que el año que viene sea diferente, que Jesús, nuestro maestro, nos permita transitar un año nuevo donde vuelvan los abrazos, los encuentros. Volver a compartir, volver a lo que hacíamos antes, pero con una mirada distinta, con un mejor corazón.

Chicos, se cierra una etapa maravillosa, pero se abre una mucho mejor, la Secundaria los espera y todo lo que deseábamos para este año se proyecta en nuestros deseos para el año siguiente.

Sean bendecidos en su vida, sean agradecidos con Dios, valoren la vida y la familia y cuando se sientan tristes o desganados, recuerden que llegaron a ser el orgullo de sus maestras y profesores, que son y serán el orgullo de sus padres.

¡Felicidades y éxitos en la nueva etapa!

Con mucho cariño, sus maestras de 7°.

Andrea – Valeria – Diana