(Lc 5,5-6)
Actividades del Departamento de Religión
Toda escuela está llamada a transmitir de modo sistemático y crítico la cultura, pero le es propio a la escuela católica hacerlo a la luz de la fe y de educar el dinamismo de las virtudes cristianas, promoviendo así la doble síntesis entre cultura y fe, fe y vida. El elemento fundamental de la acción educadora, es orientar a los alumnos hacia una opción consciente, vivida con empeño y coherencia.
Educar es difícil pero posible, a pesar de todo, siempre y cuando lo hagamos en su nombre y como comunidad. «Educación en la fe» en colegios con identidad católica, presupone la presencia de una asignatura, la hora de clase en la que se realiza verdaderamente un proceso de enseñanza-aprendizaje y que se complementa con toda una serie de proyectos, actividades, actitudes y ambientes, que son resultado de la puesta en escena de un plan educativo-pastoral institucional.
«Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos sacado nada…» fue la expresión de angustia de los apóstoles a Jesús, no es cuestión de negar dificultades, de ignorar cansancios, de constatar fracasos. Quizás la clave que cambie esto la encontramos en la mirada…
En la mirada del Maestro, que una vez más nos llama por nuestro nombre, nos elige, nos invita a ser sus socios. Mirar como educadores a Aquel que nos convoca en esta empresa de de crear humanidad, que hace posible que la rutina sea transformada en novedad.
En la mirada a tantos rostros que, en nuestro quehacer diario, encontramos, y nos ayuda a vencer todo cansancio, a darle a nuestra tarea educativa el ardor y la pasión que son fruto de la caridad que genera «un amor activo y concreto con cada ser humano». (Novo Millennio Ineunte 49).
Todo ello en una comunidad educativa, viva, creyente, que como dijimos, aún en medio de sus dificultades, quiere salir al encuentro de las nuevas generaciones para que ellos también crean y tengan vida. Tarea de toda la comunidad educativa, pero que reconoce en el Profesor de Religión a su principal actor, ya que es delegado para hacer presente el ministerio de la Palabra en la Escuela.
Entre las actividades del Departamento de Religión, abarca toda la animación espiritual, litúrgica, comunitaria y misionera que se plasma en acciones varias, articuladas entre sí (misas, retiros, campamentos, etc.).
Las diversas actividades que surgen del proyecto pastoral, se complementan con el proceso de enseñanza de la religión, que tiene como centro el aula y la clase y sin una verdadera pastoral educativa, la educación en la fe, queda reducida a una mera instrucción religiosa.
La actividad del Departamento de Religión no se limita únicamente a los alumnos ni al aula. La sala de Profesores es un espacio de verdadera evangelización de la cultura. En donde el profesor de Religión con verdadera autoridad moral, tiene cercanía con sus pares y sobre todo sabe iluminar con su ministerio de la Palabra, que se hace vida y amor. Amor que en el educar se hace sonrisa, alegría, buen humor.
Antiguamente, todas las actividades de la catequesis y pastoral educativa quedaba relegada a unas horas de religión y a una tarea exclusiva del profesor de Religión. Hoy, gracias a Dios, esto ha cambiado y cada vez se toma más conciencia de que toda la comunidad educativa es la que debe acompañar y responsabilizarse del proceso pastoral.
Como una de las mayores actividades del Departamento de Religión, es seguir sembrando en tantos alumnos y alumnas la semilla de la Palabra… «soñar que ese barco, ese joven irá muy lejos por el agua. Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras, hacia puertos distantes, hasta islas lejanas. Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada». (Fermín Gainza)
Prof. Florencia Rodríguez de Magriñá
Jefa Departamento Religión