Una distinción para alguien especial

El pasado 24 de septiembre, en la basílica del Colegio Del Salvador, Capital Federal, la Srta. Bety Solis ha recibido la Distinción “Divino Maestro” 2010. La tradicional estatuilla es entregada por el Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC) entrega como reconocimiento a la tarea de hombres y mujeres que, durante toda la vida han dedicado su esfuerzo en la tarea educativa. Nuestra querida Bety también ha recibido esta distinción por su vasta trayectoria y aportes realizados a la educación. ¡Quién mejor que ella!

Para conocer un poco más a Bety, sólo basta con recorrer parte de su vida…

Prof. Bety Solis López

Su nombre completo es Elda Bety Solis López. Nació un 11 de diciembre de 1939 en esta ciudad; y como ella misma lo expresara, desde muy pequeña soñaba con ser maestra, con enseñar a los niños y dedicarse por completo a la vocación de formar personas.

Y así fue… comenzó como maestra en la escuela 238 del Parque Adam.

En el año 1968 el Ministerio de Educación de la Nación a través de la SNEP (Superintendencia Nacional de Educación Privada) decidió un cambio en la formación docente, ya que hasta ese momento los jóvenes se preparaban para ser docentes en los tres últimos años de la escuela secundaria. Por ello las instituciones debían organizar un profesorado para educación primaria de dos años y medio. Esta propuesta significó un vuelco paradigmático revolucionario, ya que al interior de las instituciones se debía capacitar y organizar también a los docentes formadores.

El desafío estaba planteado. En el Instituto Santa María, Bety, junto a otras personas se animaron a asumir los riesgos.

En este complejo trabajo Bety Solís dedicó tiempo preciosísimo de su vida; sin escatimar esfuerzo; sin retaceos. Pero al fin el trabajo dio sus frutos. La nueva carrera nació y se prolongó en el tiempo; hasta que a fines de la década del noventa el Gobierno Nacional promovió cambios en la formación de maestros para EGB 1 y EGB2; y para coordinar el proyecto de “Capacitación Institucional de Formación Docente” que estuvo en vigencia los años 1994 y 1995; fue designada la Profesora Bety, oportunidad ésta en la que una vez más se pudo comprobar su capacidad de trabajo, profesionalismo y responsabilidad.

Son innumerables los establecimientos en los que trabajó y en los que puso de manifiesto su vasta trayectoria para capacitar a docentes.

Pero la hora llegó igual… La Profe Bety se jubiló a mediados de los noventa, luego de haber colaborado eficazmente en la formación de miles de jóvenes maestras, muchas de las cuales trabajan en nuestro querido Roque.

Pero como su amor por la educación es más fuerte que la circunstancia de haberse acogido a los beneficios de la jubilación, y como todos sabemos, alejarse de lo que se ama no es fácil, Bety aún sigue relacionada al mundo educativo. Desde principios de los años noventa hasta la actualidad se desempeña como Asesora Pedagógica en nuestro colegio, en el cual también es coordinadora de los Encuentros de Colegios Verbitas que se llevan a cabo en distintos puntos del país.

Su trabajo continúa con el mismo empeño, tesón y responsabilidad que la caracterizaron siempre; su figura pequeña se agiganta con el paso de los años y su vocación intacta prestigia al Roque.

A diario la vemos transitar por los pasillos de nuestro querido colegio. A diario vemos que su primer amor continúa intacto.

Delegación del colegio y familiares en la recepción de la distinción "Divino Maestro 2010"

Acerca de la personalidad de nuestra querida Bety, afirmamos que es admirada por los valores que se destacan en su persona. Como profesional es respetada, porque se entrega totalmente a lo que hace. Ella nunca ha dejado de tener siempre presente el ejemplo del Divino Maestro Jesús. La sencillez, la entrega apasionada, la tenacidad y el servicio son su verdadera carta de presentación…

Quienes fuimos sus alumnas en el secundario o en el terciario, sabemos que “La Solicita” está presente y así va a permanecer en los corazones de todas nosotras. Muchos maestros y maestras tuvimos la posibilidad de formarnos con ella, y a través de su ejemplo, buscamos hacer de la docencia un apostolado.

Una vez más, ¡Felicitaciones Bety! Que Dios continúe guiando tu caminar en esto que elegiste; o más bien, en esta vocación que TE ELIGIÓ A VOS!

Agradecemos a Dios haber podido acompañarte en este momento tan especial para vos…

Tus ex alumnas:

Amalia Jagou de Romero, del Instituto San Basilio Magno
Lorena del Rosario Acuña de Morós, del profesorado del Instituto Santa María