El Primer día de clases

El primer día de clases es tan importante como el último. No sólo para los alumnos que lo esperan con tantas ansias, para poder lucir los uniformes, zapatos y útiles nuevos, sino también para los padres, que asisten a la escuela para ver quien será la maestra de este año.

Cabe destacar que este comienzo de ciclo es muy particular , ya que hubo cambio de docentes en general, y seguramente más de uno,  se habrá quedado sorprendido. En particular, este cambio es muy especial para mí, dado que el grupo que recibí lo conozco de 4º grado.

El hecho de estar al frente de 7º es todo un desafío, el aula de clases no es un espacio neutro donde se relacionan únicamente los conocimientos y el intelecto, sino un espacio donde se entretejen también relaciones afectivas, vínculos, alianzas, y a la vez se libran batallas invisibles de lucha de poder, hablando en sentido metafórico.

Considerando que a esa edad , estos «casi adolescentes» atraviesan una etapa muy especial, y hay que combinar una especie de amistad, sin que se pierda el rol de guía del docente, y esto no está escrito en ningún lado, pero que se hace llevadero si se conoce al grupo.

Este último año de la escuela primaria es especial, se comparten momentos muy lindos como el viaje, y es el comienzo de una etapa llena de expectativas. ¡Que tengamos un lindo año y a disfrutar!

Paola Aliprandini 7º C

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Mi primer día de clases

«Estaba muy emocionada, re alegre. La noche anterior, preparé todas las cosas, no podía dormir. Quería llegar temprano, así me encontraba con mis amigas, seguro estaban todas lindas y altas. Ya quería conocer a mi compañera nueva Kimberlie, aunque ya la conocía, pero quería saber sobre ella. Además, tenía curiosidad sobre quién sería mi nueva maestra; qué cosas nuevas iba a aprender. Me encanta venir a la escuela para conocer un montón de cosas, quiero a mis compañeros y a mi maestra. Estoy súper feliz». (Delfina Sol Romero, 5º  C)

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«Me sentí muy emocionado y contento, con ganas de reencontrarme con mis compañeros, conocer a la maestra y estrenar mis útiles. Cuando empecé el segundo día de clases me sentí muy feliz». (Juan Pedro Torres, 3º A TM)