P. Lorenzo Bovier svd


Sacerdote, Misionero, Comunicador y Amigo

El P. Lorenzo Bovier, nació el 13 de Enero de 1937 en el paraje Ramblón, cerca de Viale, departamento de Paraná, Entre Ríos, en una familia muy piadosa y cristiana. Era el mayor de 10 hermanos. Sus padres, Guillermo y Verónica fueron agricultores.

En el año 1947 ingresó en la Congregación del Verbo Divino. Hizo sus primeros votos en el año 1959 y la profesión perpetua en la Congregación de Verbo Divino en 1964. El 15 de Agosto del año 1965 fue consagrado sacerdote misionero.

Al querer hablar de lo que fue el P. Lorenzo, salen espontáneamente las cualidades más sobresalientes que caracterizaban su persona. Ha sido un Sacerdote ejemplar, celoso y entregado a su ministerio. Siempre estaba allí donde se requería de un sacerdote para un servicio, una bendición, una palabra de aliento o por qué no decirlo, el Sacramento de la Reconciliación y para eso, no importaba el lugar físico, importaba sí, la disposición para recibir la gracia de Señor. Ejercía su ministerio sacerdotal con una profunda fe y convicción de ser puente entre Dios y los hombres, y esa convicción hizo que no ahorrara tiempo ni esfuerzos para que las personas pudieran encontrarse con Cristo Jesús y con su Padre por medio de la vida sacramental. Estuvo allí donde se celebraba la alegría de la vida por medio de los acontecimientos especiales, pero estuvo cerca cuando la muerte o el dolor visitaba las familias, o cuando la preocupación angustiaba el alma de las personas.

Como Misionero del Verbo Divino, supo transmitir y contagiar el carisma misionero de la congregación de la Iglesia. Todo en él tenía un sabor misionero. Sus correrías por las diferentes parroquias del interior de la Provincia, durante sus primeros años de su llegada a la tierra colorada. Su afán misionero le dio una característica especial, el “misionero itinerante”, celoso pastor, cercano al pueblo.

Su vocación de Comunicador, pronto lo llevó a incursionar en los diferentes medios de comunicación que existían en el medio, además de ir creando otras formas de comunicar su ardor pastoral y misionero por medio de revistas misionales, almanaques, mensajes radiales, televisivos y en la prensa. Por muchos años ha sido el responsable de la Librería y Santería San José, espacio donde pudo desplegar toda su creatividad comunicativa por medio de la difusión de la “buena prensa”. Siempre atento a las necesidades del pueblo y de la comunidad cristiana, para poder servir y saciar el hambre de la Palabra de Dios, por cuya difusión tuvo una dedicación especial.

Pero por sobre todo ha sido el Amigo, y compañero de camino. Su rostro sonriente hizo que acortara la distancia para poder acercársele sin miedos ni prejuicios. Era en verdad un compañero de camino para los que han tenido la gracia de trabajar codo a codo con él durante largos años en la librería. Aquellos amigos y compañeros de correrías misionales, sienten su partida como la de un grande del Señor, con un carácter firme, de costumbres sencillas pero definidas, con su tradicional mate tibio que siempre estaba listo para compartirlo. Amigo incondicional pero exigente ante los compromisos asumidos, principalmente en las tareas pastorales donde el anuncio del Evangelio estaba en juego.

Todo esto hizo que el P. Lorenzo haya sido una persona profundamente humana, a la medida de Dios. Con su vida y con sus palabras nos hablaba de Él. Su amor a Dios polarizó toda su vida y actividad para comunicarlo a los demás. Por eso mismo, ha dejado un vacío muy grande. Con su partida (15/06/2005) se siente en verdad lo que dice la canción “cuando un amigo se va queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo…” Sentimos profundamente ese vacío que ha dejado, pero sabemos que desde su lugar junto al Padre Dios nos acompaña siempre y nos anima en nuestro caminar en la Vida.

P. Alberto Klein svd
Superior Provincial ARE

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