Muy querida comunidad educativa:
Ya llega el receso de invierno. Parece ser que apenas hemos empezado el año y ya estamos llegando a la mitad del año. Es un buen momento para detenernos un poco y mirar hacia el futuro con esperanzas. Evaluar nuestro caminar y proyectar nuestro futuro. Lo hemos hecho en la última reunión del equipo de conducción, resumiendo los aportes de los distintos estamentos de la comunidad educativa.
Es lindo saber que esta primera mitad del año que hemos compartido ha sido un tiempo de estudio intenso y trabajo serio con muchas actividades desde lo curricular, espiritual y socio comunitario.
De lo que va el año dimos pasos importantes en nuestro caminar como colegio misionero. Hemos tenido uno de los años con la mayor cantidad de días con actividades áulicas, que nos lleva al cumplimiento de nuestro objetivo principal del año 2005, que es lograr la calidad educativa. Lo debemos en primer lugar a la tarea comprometida de tantos educadores que han dejado lo mejor de sí. Ojalá que podamos descansar de verdad y reintegrarnos con renovado espíritu.
A nivel pastoral, creo que hemos tenido muchos avances. Ya hemos compartido con éxito las jornadas espirituales con todos los cursos en la quinta del colegio. Pudimos llevar a cabo el tan ansiado retiro de profundización para los alumnos del 2º y 3º Polimodal, que fue una experiencia tan maravillosa y toda la comunidad ha aportado para la realización de la misma.
A nivel comunitario hemos vivido una cuantas actividades socio comunitarias, como la bicicleteada solidaria, fogón patrio, actividades de campañas, visitas a los distintos hogares, todo esto para que sigamos creciendo en un espíritu comunitario. Fueron actividades compartidas con esfuerzo y anhelo. Los protagonistas como siempre son los alumnos de los últimos años, frutos de nuestro esfuerzo comunitario.
Ahora que se inicia el receso quisiera invitarles a todos que aprovechemos este tiempo para descansar de verdad y así recobremos fuerzas para seguir la marcha serena que hemos iniciado en el mes de marzo. Es un tiempo de cambiar la rutina, pensar cosas diferentes, hacer cosas diferentes y vivir cosas diferentes. No significa que tengamos que ir lejos, por supuesto que lo hacen los alumnos del tercer año de polimodal en su viaje a Bariloche, sino que es un tiempo para hacer cosas diferentes. Es un tiempo para disfrutar la vida sin tener horarios estrictos, pero sí vida nueva.
Que lindo si pudiera entrar en nuestra planificación de receso un momento para afianzar la oración en la familia, alejándonos aunque sea por unos minutos de lo cotidiano y, reencontrando el valor de la oración, compartir la Palabra de Dios en el hogar siendo que estamos en el año Bíblico, celebrar la Eucaristía sin tantos apuros, dialogar en el hogar con afecto, tal vez profundizar algún tema de interés para nuestro crecimiento espiritual desde una lectura etc. Todo esto también nos renueva y nos fortalece.
Pedimos a nuestra Madre de Itatí que bendiga al pueblo argentino y en especial a toda nuestra comunidad educativa para que la honestidad, austeridad, responsabilidad por el bien común, la solidaridad, el espíritu de sacrificio y la cultura del trabajo vuelvan a ser virtudes de nuestra sociedad.
P. Juan Rajimon SVD
Representante Legal

