Reconocerme y conocerme con autonomía y responsabilidad

Educación física en el Nivel Inicial

El cuerpo humano es el medio que utilizamos para transitar la vida, y por tal motivo debemos enfatizar LA RESPONSABILIDAD del conocimiento y el cuidado del mismo. Es allí donde la Educación Física exclama ¡presente!, ya que “…el objeto de la educación física es el cuerpo humano, en su unidad y globalidad, si bien, su singularidad radica en que se lleva a cabo mediante la motricidad humana…” las experiencias de aprendizajes de vida, jamás se desvinculan del cuerpo. Nuestro cuerpo, nuestra historia.

Por ello la necesidad de presentar al área como una herramienta, para incorporar sus riquezas vivenciales en edades tempranas. En la propuesta con las SALAS de 3, 4 y 5 años, abordamos un proyecto integral, donde el principal objetivo será RECONOCERME Y CONOCERME CON AUTONOMÍA Y RESPONSABILIDAD, abarcando y trabajando con las realidades de cada uno/a. ¿Qué queremos expresar cuando decimos “la realidad de cada uno/a”? Queremos apuntar al autoconocimiento real y responsable de su cuerpo, apuntando y resaltando las posibilidades vitales que cada niño y niña desplegarán a lo largo de su vida, tales como: reconocer su cuerpo, sus partes y cómo cuidarlo. Partiendo siempre de la premisa que sostiene, que me debo conocer y respetar yo mismo, para poder conocer y respetar a los otros.

En el Nivel Inicial, EL JUEGO es considerado un saber a enseñar, y constituye el contexto en el que cobran significado contenidos que remiten a múltiples campos de conocimiento sociocultural y científico. Cuando un niño aprende a jugar pasa del conocimiento más incipiente exploratorio, vinculado con la familiarización del formato juego, hasta lograr un dominio más pleno en el cual puede apelar a estrategias diversas participando con mayor placer y dominio de la propuesta. Siempre que un niño juega se desarrolla plenamente, ya que adquiere un sinfín de saberes y conocimientos que se ponen en juego en el mismo acto de jugar.

La educación física tiene la responsabilidad de la enseñanza de los saberes corporales, motrices, lúdicos y relacionales, que posibilitan un mejor conocimiento de sí y una integración activa y crítica en y con el entorno. La modalidad en que se lleve a cabo la práctica de la educación física debe ser esencialmente lúdica, en el sentido de promover una interacción flexible y abierta entre los niños, creando una atmósfera cálida, alegre y afectuosa, “si se logra imprimir una cuota de juego, si hay una actitud de juego en el modo de plantear la relación con los niños, la manera en que puedan trabajar juntos es muy diferente, y la manera en que el chico pueda capitalizar lo que ahí hace es diferente”.

Educar IMPLICA AYUDAR al sujeto de aprendizaje a que construya su propia visión del mundo sobre la base de una adecuada organización de la información, con la que pueda comprender como ser y hacer en las sociedades y los distintos grupos sociales. Esta práctica educativa se plasmará meramente mediante el juego, con tintes y sellos originalmente lúdicos. Aprender juegos es adentrarse en lo valioso de la cultura compartida, que se transmite de generación en generación. El juego es una práctica social que se enseña y se aprende. Es importante señalar que contenido de enseñanza y juego no son contrapuestos, sino que se presentan enlazados con distinto grado de potencialidad lúdica. Como así tampoco los roles, en el vínculo profesor- sujeto del aprendizaje, AMBOS CONVIVEN en una constante vacilación de enseñar y aprender uno del otro, la ESCUCHA ATENTA, la OBSERVACIÓN DIRECTA

Prof. Cecilia Gabriela Barrios Melot y Lorena Giselle Olmo