Año tras año, venimos realizando esta hermosa experiencia de compartir juntos, alumnos, profesores y algunos invitados especiales, esto que llamamos Jornadas de Reflexión en la Quinta del Colegio. Cada vez lo hacemos con más convicción y entusiasmo, debido a que son muchos los frutos que se perciben y vale la pena todo el esfuerzo que se hace.
Grande es la misión a la que fuimos llamados, porque Grande es Aquel que nos llamó y depositó en nosotros toda su confianza. Son muchos los sentimientos que se entremezclan, desde el mismo momento en que cada chico recibe la invitación para participar, hasta la hora de partir… Con lluvia, o con sol radiante, nada nos detiene.
Los preparativos, las ansias, y el deseo de compartir es contagiante. Al ver los rostros alegres y distendidos de nuestros alumnos nos llenamos de esperanzas, cada curso con su nota y característica personal, los cantos en los colectivos, la participación activa de los mismos en todas las propuestas lanzadas, la oración, la escucha atenta de los temas desarrollados por los profes o por los invitados especiales, los cantos, los bailes, los trabajos en grupos, la puesta en común, las actividades recreativas y hasta las palabras.
Las críticas objetivas de los chicos, «estuvo re bueno» o «tal otra cosa debería ser así «, nos ayudan a todos a crecer y mejorar para brindarles cada vez más nuestro amor, entrega, y afecto a todos ellos, a quienes les tenemos un gran respeto y aprecio, por lo que son y por lo que valen, ya que también nosotros aprendemos muchísimo de cada uno de nuestros alumnos.
Viene bien recordar las palabras del Papa Juan Pablo II, dirigidas a los jóvenes en ocasión del Año Internacional de la Juventud: «Todos miramos hacia Vosotros, porque todos nosotros en cierto sentido volvemos a ser jóvenes constantemente gracias a vosotros. Por eso, vuestra juventud no es sólo algo vuestro, algo personal o de una generación, sino algo que pertenece al conjunto de ese espacio que cada hombre recorre en el itinerario de su vida, y es a la vez un bien especial de todos. Un bien de la humanidad misma».
Hasta el próximo año, Dios mediante.
Florencia R. de Magriñá
Prof. Ciencias Religiosas y Sagradas
Pastoral del Roque
Pastoral del Roque
