Trabajemos por una Patria libre y justa para todos

Esta fecha histórica del 25 de Mayo marcó el inicio del proceso de independencia de Argentina con la Revolución de Mayo. Celebrar este importante acontecimiento nos brinda la oportunidad de inspirarnos en la fuerza y los ideales que impulsaron a nuestros próceres, para superar las adversidades que enfrentamos como Nación. Es fundamental reflexionar juntos sobre nuestra identidad nacional, nuestra historia y los valores que nos unen como pueblo.

La Revolución de Mayo fue un acto de valentía y determinación de los patriotas argentinos contra el dominio colonial español, siendo el primer paso hacia la construcción de una Nación libre y soberana, donde todos los ciudadanos puedan vivir en igualdad y dignidad. Hoy en día nos compromete a seguir trabajando por una verdadera libertad para todos los ciudadanos de nuestra tierra, que aún sufren pobreza y marginación.

Celebrar nuestra fiesta Patria es unirnos para continuar luchando por una Nación cada vez más libre e independiente. Nuestra libertad se consolidará si nos animamos a enfrentar los desafíos con comunión y esfuerzo colectivo. El espíritu de lucha, decisión y trabajo en equipo que caracterizó a nuestros próceres, debe motivarnos a dar lo mejor de nosotros mismos para transformar nuestra Nación con trabajo y esfuerzo sincero, llevándonos hacia una verdadera libertad.

Un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestro pasado, valorar los logros de nuestra sociedad y plantearnos nuevos desafíos para el futuro. Enfrentamos el reto de seguir construyendo la Nación que hemos heredado como resultado del esfuerzo de nuestros antepasados, priorizando el bien común y basándonos en los valores de la libertad, la verdad y la justicia.

En su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), el Papa Francisco nos insta a superar las diferencias a través de la comunión, construyendo una auténtica amistad social mediante el diálogo sincero y el respeto por la dignidad del otro. Es un llamado a «engendrar nueva vida» y asumir la responsabilidad de avanzar en la construcción de una Patria verdaderamente libre, justa y solidaria.

A pesar de haber transcurrido más de 200 años desde el ejercicio de la libertad, es crucial mantener vivo el sueño y la esperanza de una Nación libre e independiente que enfrenta desafíos como la crisis económica, el desempleo y la pobreza. Siguiendo el ejemplo de los próceres que confiaron en su capacidad para dirigir su destino en medio de adversidades, es importante que recuperemos la confianza en el gran potencial que poseemos como individuos, como pueblo y como Nación.

Nuestro sentimiento patriótico nos insta a comprometernos y seguir luchando con esfuerzo para lograr el desarrollo de nuestra Patria con honestidad, y a continuar construyendo un país cada vez más democrático, libre y justo. Todo esto debe motivarnos a contagiar esperanza y fortaleza a nuestros niños y jóvenes, quienes representan el presente y el futuro de nuestra Patria.

Que la fe y la confianza en Dios nos animen a seguir forjando nuestra Patria con un compromiso y entrega generosa. Invoquemos a nuestra Señora de Luján, para que interceda por nuestro pueblo y así honremos juntos la libertad de esta amada Argentina, asumiendo la responsabilidad de hacerla cada día más grande, libre y justa para todos.

P. Juan Rajimon svd
Representante Legal