Día del Docente

Festejamos nuestro Día (del Maestro y Profesor)

«Contra viento y marea, desafiemos la sombra a la luz de una idea. Con el alma encendida hay que andar por la vida, contra viento y marea. Y aunque el mar sea adverso y estemos inmersos en aguas muy feas… ¡Contra viento y marea, hay montones de manos para hacer la tarea!»

Y aunque estuvimos envueltos este año en un conflicto no deseado, pero estoicamente asumido, llegó también el momento de la alegría, el del encuentro reflexivo, en donde realimentamos nuestra fortaleza de educadores y el agridulce de las despedidas. Fue así que el Día del Maestro nos encontró reunidos para rendir homenaje a aquellos grandes educadores que nos señalaron el camino de esta noble misión.

Canciones, palabras alusivas, poesías, flores, abrazos, risas y hasta algunas lágrimas furtivas, esas que nos empeñábamos en disimular y que se empeñaban en escapar, dieron su nota de color, en la cálida mañana del 8 de septiembre, rodeando el escenario escolar… ¡Feliz día, señorita! Las voces infantiles con su candor y gratitud dan sentido a nuestro caminar.

También para algunos docentes llega el momento de partir de la Escuela. Con la satisfacción del deber cumplido y el reconocimiento de los alumnos, padres y colegas, despedimos con un ¡hasta siempre! a nuestra querida colega SILVINA ARRIETA DE LIMA, momento culminante del acto cargado de emotividad. Alegría por haber arribado a la culminación de la carrera docente, tristeza por una amiga que se aleja.

Misa en acción de gracias

Señor Jesús, perdona que yo enseñe, que lleve el nombre de Maestro, Tú que eres el Divino Maestro, ilumíname para formar hombres y mujeres de bien, que tus palabras sean fuente de vida y pueda realizar mi trabajo con amor.

¡Cuánto necesitamos unirnos bajo la mirada compasiva de su divino rostro! Ante los múltiples interrogantes que la educación nos plantea, renovados, multiplicados todos los días, contemplarlo y dejarnos contemplar por Él, nos llevará a comprender los problemas que nos acosan y nos indicará algún camino posible de solución. Con este ánimo nos reunimos al atardecer del día 15 de setiembre y en la oración comunitaria, con las bendiciones del P. Romano y Juan Rajimon encontramos la fuerza para seguir transitando nuestro camino de educadores. En la Capilla del Colegio, la misa nos congregó reunidos ante el altar, dando gracias por lo recibido y fortaleciendo los vínculos fraternales de nuestra comunidad educativa.

Un brindis por el ayer, por este presente y el mañana venturoso

Como broche a los festejos, todos los docentes, sin distinción de niveles, ciclos o funciones, por una noche fuimos una sola alma que canta, baila y se divierte, haciendo honor a la alegría, al optimismo y la fe por un porvenir cada vez mejor.

En los salones del restaurante «Acuarella», en torno a una mesa bien servida compartimos momentos de gran compañerismo. ¡Y el baile llegó con todo! al ritmo alegre que nos invitaba la orquesta, dimos rienda suelta a una sana diversión, que año tras año aumenta la amistad, lima las asperezas del diario trajinar y nos renueva. Silvina, nuestra flamante jubilada, contempla risueña las piruetas de Teresita y César, en compañía de Alicia.

Y la diversión, el baile, las charlas de sobremesa, siguieron hasta las primeras horas de la madrugada. No faltó el acompañamiento del P. Romano, incansable reportero gráfico del evento, así como la grata compañía de los asesores espirituales, P. Juna Wilman y Juan Rajimon. ¡Hasta el próximo encuentro!

Silvia Mauri