¡Gracias Cristina y Rosita!

El 20 de junio, luego del Acto y la Promesa de Lealtad a la Bandera, se realizó el homenaje a la trayectoria y entrega de las docentes Sra. María Cristina Corol de Romero, quien por tantos años ha sido Directora del Nivel Inicial y Primario y la Sra. Rosa Corol de Villasanti, Secretaria del Nivel Primario, quienes se acogieron a los beneficios de la jubilación. Tantos años de entrega generosa y amor hacia el colegio, merecen el reconocimiento de toda la comunidad.

Ambas iniciaron sus vidas como maestras y luego asumieron tareas de dirección y secretaría, prestando gran servicio a la comunidad educativa durante casi cuatro décadas, siendo artífices de la formación cristiana de centenares de alumnos que pasaron por nuestras aulas.


Palabras alusivas para el reconocimiento y despedida de Cristina y Rosita:

Después de tantos años de brindar lo mejor a nuestro querido colegio, viviendo sus cambios y transiciones, acompañando el crecimiento del mismo y siendo protagonistas de la historia del Roque, hoy queremos brindar nuestro reconocimiento a dos personas que han entregado parte de su vida a esta institución: Cristina, Directora por tantos años y la querida Rosita, nuestra Secretaria.

No puedo describir la emoción que embarga mi corazón al tener que leer estas palabras para ustedes en representación de todas las colegas, sus colegas, sus compañeras y compañeros de ruta. Hoy estamos acá tratando de expresar lo que sentimos, y podemos decirles que han dejado huellas profundas en nuestros corazones, como así también en el de cada alumno que ha pasado por sus aulas.

Nos han mostrado constante testimonio de compromiso, coherencia, generosidad y fidelidad. Sin medidas, ni mezquindades y entregándolo todo. Llevando siempre bien puesta «la camiseta del Roque».

El trabajo en equipo, el servicio y la oración, siempre han sido sus principales premisas, y ahora se convierten en un gran desafío para nosotros, porque deben continuar siendo pilares de nuestra tarea diaria.

Como anécdota me vienen a la memoria los días previos a este momento, cuando una colega decía: son muy buenas en lo que hacen, pero sobre todo, son muy buenas personas. Y así es. Con ustedes no sólo hemos crecido como profesionales en esta vocación, sino, fundamentalmente en la fe, porque fueron sembrando en nosotros el valor de sabernos hijos de un Dios que es amor y misericordia, a pesar de las pruebas. Han sabido ganarse la amistad de muchas personas, porque la sencillez y la humildad forman parte de su modo de ser.

Siempre nos han dado ejemplo de cómo ser agradecidos y ver en cada pequeño detalle la presencia del creador, y es a Él a quien queremos hoy decir gracias por haberlas puesto en nuestro camino. Por habernos dado la oportunidad de compartir tantos momentos en esta misión a la que hemos sido llamados. Porque sabemos que nada es casualidad, sino designio divino.

Nos queda seguir sus huellas, transitar el camino que nos han marcado. Intentar ser, aunque sea poquito como ustedes: alegres en el dar, generosas en el sí y entregadas a la oración. Es lo que queremos y lo que nos gustaría. Nos entusiasma saber que siempre contaremos con ustedes, porque la amistad y los lazos que hemos estrechado, van más allá del tiempo y la distancia.

Par terminar, pedimos a María bajo la advocación de Nuestra Sra. de Fátima, que hoy quiso estar presente entre nosotros y bendecir este momento especial, que continúe cobijándolas bajo su manto, protegiendo a sus familias, velando por sus sueños e intercediendo por sus proyectos y esperanzas.

Las queremos mucho, y queremos que sepan que siempre serán parte de nuestras vidas.

¡Que Dios las bendiga!

Lorena del Rosario Acuña