Alicia y Norma ¡Hasta siempre!

Despedida y homenaje a las maestras colegas que se acogieron a los beneficios de la jubilación: Alicia González de Dacunda y Norma Godoy de Caruso.

Norma y Alicia

Todas las conmemoraciones patrias son ocasiones propicias para repensar acerca de nuestras formas actuales de continuar construyendo la Patria, aunque para todo docente, esta fecha es aún más significativa, porque nos involucra activamente como profesionales y agentes de educación, de la cual somos trabajadores incansables, y más aún hoy, que despedimos a dos colegas, que feliz y orgullosamente, han cumplido su ciclo de actividad sistemática en la docencia y se acogen a los beneficios de la jubilación.

Aclaro lo de “actividad sistemática”, porque el profesor, el maestro de corazón, continúa siéndolo durante toda la vida, con su ejemplo, con sus consejos, con su mirada sabia y profunda, que trasciende y enriquece, que anima y reconforta.

La mirada del docente está colmada de esperanza, porque confía en el espíritu humano, pero más aún, confiamos en Dios, que es razón de nuestras esperanzas, es nuestro alimento y fortaleza.

Con seguridad, en su transitar por las aulas, Alicia y Norma han sabido inspirar en cada alumno, más allá de la enseñanza curricular, el ser excelentes personas: activas, productivas, honestas y responsables. A nosotros, hoy nos queda el recuerdo de haber sido uno más de los que educamos.

Como colegas, hemos tenido posibilidad de compartir con ellos sus proyectos, sus alegrías, sus ricas experiencias, y también en algún momento, los sinsabores de la vida.

Cuántas anécdotas tenemos ¿no?… En los recreos, con un mate de por medio, comentábamos los avances de nuestros alumnos. Nos tocaron muchos cambios en la educación, y nos preguntábamos: ¿podremos?… Pero siempre con fe y esperanza, salimos adelante, apoyados por nuestros Directivos y con la luz del Señor como guía en nuestro caminar.

El compartir este camino en la docencia, nos hace sentirnos un poco familia, un poco hermanos. Y en este sentimiento fraterno, es que quisiera poder expresar en unas palabras, en un abrazo, un cálido ¡gracias! Gracias por tanta entrega, por tanto amor puesto en cada tarea realizada, con compromiso y responsabilidad. Gracias por permitirnos ser compañeros de ruta en la diaria labor.

Que disfruten, de ahora en más, de la vida, la familia, y en nombre de toda la comunidad de nuestro querido Roque González, un cordial y sentido ¡Hasta siempre!

Que el buen Dios las bendiga y Gracias por tanto.

Adelaida Regúnaga

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